¿Ventas?, no gracias

30.06.2018

Desde hace poco tiempo, trabajo en un proyecto de inserción laboral, donde imparto formaciones orientadas a la Búsqueda Activa de Empleo y en cuyo itinerario formativo se encuentra una sesión formativa denominada "Atención al cliente y ventas".

La mayoría de los usuarios al oír la palabra "ventas" huyen despavoridos como si se hubiera nombrado al mismísimo diablo. Todos suelen coincidir en sus objeciones para no realizar dicho curso:

"No quiero ser la persona que llama a las 16:00 a una casa y molestar"

"Tengo un conocido que trabaja de teleoperador de ventas y ya ha estado 3 veces de baja por ansiedad"

"No me gusta la venta agresiva"

"Este trabajo sólo lo cogería por extrema necesidad, no quiero jugar con mi salud"

Seguro que todo esto os suena y que muchos de los que estáis leyendo esto pensáis igual. De hecho, este tipo de "ventas agresivas" suelen llevarse a cabo en Call Centers, dónde los operadores están obligados cumplir objetivos inalcanzables y sometidos a un gran estrés en la plataforma.

Sin embargo, cada vez hay más ofertas de trabajo para teleoperadores de ventas y que no son cubiertas por el simple hecho de la mala reputación que tienen. Es muy común ver en dichas ofertas, solicitar como requisito "acostumbrados a soportar situaciones de estrés", algo que definitivamente hace que las personas no se inscriban en ellas.

Pero ¿Cuál crees que es la solución para que este tipo de trabajo vuelva a ser valorado y atraiga a profesionales de la venta en este sector?

Yo por mi parte, propongo establecer una política de ventas respetable (dónde en todo momento se respete al cliente y no se moleste), una venta ética (dónde el vendedor sea honesto y no trate de engañar al cliente) y establecer objetivos reales y medibles.

En este sentido, el vendedor suele perder la ética profesional por la presión que recibe de su empresa o corporación, por lo que, en esta medida, habría que revisar los objetivos, el feedback recibido por parte de sus coordinadores, supervisores y establecer estrategias que permitan al empleado comprometerse con la empresa y compartir metas comunes.

En este tipo de organizaciones, hay una gran rotación de personal, dónde las personas son etiquetadas por sus KPI's y en pocas ocasiones reciben un reciclaje para desarrollar sus capacidades, por lo que las personas suelen formarse por su cuenta, buscan un itinerario que seguir y cuando están sobradamente preparadas para realizar el trabajo y tienen autonomía, marchan de la compañía.

¿Y tú? ¿Qué propones para cambiar la mala reputación del puesto de trabajo de teleoperador?

Deja aquí tus comentarios