Comunicación no verbal

13.05.2018

La comunicación no verbal aporta más del 65% en una conversación cara a cara.

La comunicación no verbal es nuestra forma de expresión corporal cuando intercambiamos con nuestro interlocutor.

El lenguaje no verbal es algo en parte innato y en parte aprendido. Nos apoyamos en gestos, posturas corporales, movimientos y determinadas distancias, risas, suspiros e incluso de forma inconsciente aparecen errores lingüísticos, pausas o una entonación especifica.

Conocer el verdadero significado de los mensajes que transmitimos mediante lenguaje corporal es clave para comunicarnos de manera exitosa, ya que las utilizaciones de nuestros gestos pueden acentuar, sustituir o contradecir lo que se expresa con las palabras.

Es un elemento muy importante a tener en cuenta en nuestra vida profesional, por ejemplo, en una entrevista de trabajo, una negociación, conferencia o ponencia, ya que es un factor en el que puede radicar tanto el éxito como el fracaso.

La comunicación no verbal generalmente mantiene una relación de interdependencia con la comunicación verbal.

Existen 3 tipologías de comunicación no verbal:

Paralingüística: el para lenguaje es el conjunto de elementos no verbales de la voz, es decir, se refiere a como se dice algo y no a qué se dice. Son los atributos inherentes de la voz: timbre, sonoridad y altura. Nos da una clara información sobre el estado de ánimo y las intenciones del hablante.


Prosémica: Se refiere al uso del espacio que hacen dos o más personas en el proceso comunicativo. Es decir, el espacio físico o distancia que toda persona mantiene con lo que le rodea.

La Kinésica o Cinesia: Estudia el significado de los movimientos corporales y los gestos. Los movimientos oculares también se engloban en la Kinésica.

Claves para una comunicación no verbal efectiva:

  • La sonrisa: La sonrisa es un arma profusamente usada, ya que cuando se sonríe se produce un "efecto espejo" en el interlocutor y que gracias a la sensación de causa-efecto genera sentimientos positivos en ambos interlocutores.
  • Mostrar expresividad, pero sin sobreactuar: Mantener los dedos unidos cuando se gesticule, las manos por el nivel de la barbilla y evitar cruzar los brazos o pies.
  • Utilizar gestos abiertos: por ejemplo, mostrar las manos, estirar los brazos y piernas, y no interponer objetos como mesas, carpetas o libros entre el propio cuerpo y el interlocutor.
  • Utilizar gestos que acompañen al discurso: por ejemplo, indicar con gestos una medida o distancia, señalar una dirección, describir un ritmo...etc.
  • Evitar los tics gestuales: normalmente suelen hacerse por nerviosismo. Evitar jugar con un bolígrafo o con el anillo, apartarse el cabello, colocarse las gafas...etc.
  • Apoyar la conversación con el movimiento de la cabeza: utilizar los gestos de asentimiento al hablar y el gesto de ladear la cabeza al escuchar. Mantener la barbilla hacia arriba.
  • Controlar el contacto visual: practica el contacto visual, pero evítalo en el momento que resulte agresivo o incómodo para los demás. Las personas que miran a los ojos de su interlocutor son más creíbles que las que no lo hacen.
  • Controlar la postura del cuerpo en conversaciones sentadas en una mesa: no es aconsejable recostarse sobre la misma, pero tampoco desaparecer tras ella. Inclínate hacia delante cuando escuche y manténgase erguido cuando hable. Mantener los brazos sobre la mesa, evitar las manos cerradas y brazos o pies cruzados.
  • Para una posición de pie: no permanecer totalmente inmóvil, moverse con naturalidad, desplazarse de vez en cuando. No se debe dar nunca la espalada al auditorio, aunque se esté escribiendo en una pizarra, hacerlo de forma lateral.
  • Controlar la distancia con el interlocutor: acérquese si se siente cómodo. Si la otra persona retrocede, no vuelvas a adelantarte.
  • Visualiza este video para saber más sobre la comunicación no verbal